Al crecer en el condado de Lancaster, Pensilvania, tuve la suerte de ser parte de una comunidad que valoraba la inclusión y el apoyo a las personas con discapacidades. Manor Church, donde asistí a la iglesia la mayor parte de mi infancia, tuvo un maravilloso ministerio para personas con discapacidad que dejó un impacto duradero en mi vida. Uno de los programas destacados fue Respite, donde niños con diversas discapacidades físicas y mentales fueron recibidos un sábado al mes para un día de actividades con compañeros capacitados, lo que permitió a sus tutores disfrutar de un descanso muy necesario.
Los domingos eran igualmente especiales ya que los niños eran emparejados con amigos que los acompañaban a la escuela dominical, brindándoles un ambiente de apoyo para el crecimiento espiritual mientras sus tutores asistían al servicio religioso. A través de Manor Church, descubrí a Joni and Friends, una organización cristiana con sede en los Estados Unidos, dedicada a brindar oportunidades a personas con necesidades especiales.
Una de esas oportunidades que dejó una huella en mi corazón fue el campamento de verano de Joni and Friends. Los niños con necesidades especiales fueron emparejados con amigos que los guiaron a través de una variedad de actividades del campamento, permitiendo a las familias establecer vínculos o perseguir sus propios intereses. Fue durante esos momentos que encontré el impacto de la tecnología de asistencia.
En medio de las risas y la diversión del campamento, noté que no todos los niños tenían acceso al equipo adecuado. Algunos estaban limitados por dispositivos que no satisfacían plenamente sus necesidades, lo que obstaculizaba su capacidad para participar en actividades con la misma libertad que sus compañeros. Esto despertó en mí la pasión por marcar una diferencia en las vidas de las personas con necesidades especiales a través de la tecnología de asistencia.
Hoy, mientras reflexiono sobre mis primeras experiencias en Manor Church y el campamento de verano de Joni and Friends, estoy agradecido por la base que me brindaron. No solo me abrieron los ojos a los desafíos que enfrentan las personas con necesidades especiales, sino que también encendieron un compromiso de por vida para marcar una diferencia positiva en sus vidas a través del poder de la tecnología de asistencia.